La humedad estructural es una de las patologías más comunes —y peligrosas— en edificios. Aunque no siempre es visible a simple vista, puede generar un deterioro progresivo en elementos clave como las vigas de hormigón, comprometiendo la seguridad del inmueble sin dar señales evidentes hasta que el daño ya es grave.
En este artículo te explicamos cómo la humedad afecta a las vigas de hormigón, cuáles son los síntomas ocultos, qué consecuencias tiene para la estructura y cómo solucionarlo de forma profesional.
¿Por qué es tan peligrosa la humedad en estructuras de hormigón?
Aunque el hormigón armado es un material resistente, su durabilidad depende de la protección de las armaduras metálicas internas frente a agentes externos. Cuando la humedad penetra, inicia un proceso lento pero destructivo:
- Aumenta la porosidad del hormigón.
- Permite el paso de CO₂ y otros agentes que provocan carbonatación.
- Activa la corrosión de las armaduras de acero.
- Genera fisuras, desprendimientos y pérdida de resistencia estructural.
Lo más preocupante es que este proceso puede avanzar durante años sin manifestarse en la superficie.
¿Cómo entra la humedad en las vigas?
Las vías de entrada más comunes de humedad en las vigas de hormigón son:
- Filtraciones desde cubiertas o terrazas mal selladas.
- Condensaciones en espacios sin ventilación (falsos techos, sótanos, trasteros).
- Capilaridad desde cimientos sin barrera antihumedad.
- Rotura de instalaciones o bajantes cercanas a los forjados.
- Ambientes salinos (zonas costeras) o industriales.
Señales de que la humedad está afectando a tus vigas
Aunque muchas veces el daño es invisible, hay síntomas indirectos que pueden alertarte de que tus vigas están siendo afectadas:
Síntomas visuales y estructurales:
- Grietas finas en techos o muros cercanos.
- Desprendimiento de pintura o yeso.
- Manchas oscuras o moho en zonas localizadas.
- Olor persistente a humedad en ciertas estancias.
- Desniveles o sensación de “flexión” al caminar.
- Aparición de óxido visible en zonas de concreto.
- Flecha o deformación del forjado en puntos puntuales.
Riesgos estructurales de la humedad no tratada
Una viga de hormigón debilitada por humedad pierde capacidad portante. Con el tiempo, puede provocar:
- Corrosión severa de las armaduras.
- Rotura del recubrimiento de hormigón.
- Colapso parcial del forjado.
- Inestabilidad general del edificio.
- Costes de reparación mucho más elevados si no se actúa a tiempo.
Importante: estos daños rara vez se solucionan solos. La humedad y la corrosión se expanden con el tiempo.
¿Cómo se soluciona el problema?
La clave está en una intervención técnica profesional que combine diagnóstico + tratamiento + refuerzo.
- Inspección estructural con equipos específicos (higrómetros, análisis de carbonatación, localización de filtraciones).
- Secado técnico de zonas afectadas y eliminación de la fuente de humedad.
- Reparación del hormigón dañado
- Pasivado y protección de armaduras oxidadas.
- Refuerzo estructural con el sistema Noubau.
- Sellado y protección de la zona para evitar nuevas filtraciones.
¿Cuánto cuesta reforzar una viga afectada por humedad?
El precio puede variar dependiendo de factores como:
- Nivel de humedad y alcance del daño.
- Accesibilidad de la zona afectada.
- Número de vigas o metros lineales dañados.
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Conclusión
La humedad en las vigas de hormigón es un enemigo silencioso pero implacable. Si sospechas que tu edificio puede estar afectado, actúa cuanto antes. Un diagnóstico profesional y un refuerzo estructural adecuado evitarán daños mayores, riesgos para la seguridad y gastos innecesarios en el futuro.
En Noubau somos especialistas en detectar y reparar estructuras afectadas por humedad, sin necesidad de desalojar ni realizar obras invasivas.