La rehabilitación estructural de edificios antiguos es una tarea delicada que exige precisión técnica, experiencia y un profundo conocimiento del comportamiento de los materiales con el paso del tiempo. Ya seas propietario o técnico, evitar ciertos errores comunes puede marcar la diferencia entre una intervención exitosa y una obra problemática.
En este artículo repasamos los fallos más habituales que se cometen durante una rehabilitación estructural, y cómo evitarlos aplicando buenas prácticas y soluciones contrastadas.
1. No realizar un diagnóstico estructural completo
Uno de los errores más graves es empezar a intervenir sin haber identificado correctamente el origen y alcance del problema. Muchas veces se actúa sobre los síntomas (grietas, deformaciones) sin entender la causa real (aluminosis, humedad, sobrecargas, asentamientos…).
Solución: contratar una inspección técnica estructural exhaustiva, con toma de datos, ensayos si es necesario, y un informe firmado por técnicos especializados.
2. Confiar en soluciones estéticas o superficiales
Pintar, alisar o cubrir vigas dañadas no soluciona el problema. Tampoco lo hace sustituir revestimientos o añadir capas sin resolver la patología estructural de fondo.
Ejemplo: reforzar un techo falso sin actuar sobre el forjado dañado.
Solución: aplicar tratamientos y refuerzos estructurales certificados, como el sistema Noubau, que actúan sobre la causa real del deterioro (oxidación, pudrición, carbonatación…).
3. Utilizar técnicas o materiales incompatibles con la estructura original
En edificios antiguos, cada elemento tiene una relación estructural y constructiva con el resto del sistema. Reforzar una viga con un material inadecuado o de forma incorrecta puede agravar el daño o generar patologías nuevas.
Solución: recurrir a sistemas de refuerzo compatibles (por ejemplo, refuerzos técnicos que no aumenten peso ni rigidez excesiva, como el sistema Noubau) y especializados en patrimonio o estructuras mixtas.
4. Ignorar las normativas técnicas y de seguridad vigentes
En rehabilitación no basta con aplicar “lo que ha funcionado antes”. Las normas de seguridad estructural (CTE, Eurocódigos, EHE, etc.) evolucionan constantemente. Además, algunas soluciones pueden no estar permitidas en edificios catalogados o zonas protegidas.
Solución: trabajar con empresas que cumplan con la normativa vigente y entreguen memoria técnica visada de los refuerzos aplicados.
5. No tener en cuenta la humedad o filtraciones activas
Muchos fallos estructurales tienen su origen en problemas de humedad mal tratados. Rehabilitar sin detener la filtración activa solo retrasa el problema.
Solución: aplicar soluciones integrales: refuerzo estructural + tratamiento antihumedad + sellado de cubiertas o bajantes si es necesario.
6. No calcular correctamente la sobrecarga que soportará la nueva estructura
Añadir usos nuevos a un edificio (por ejemplo, convertir un local en vivienda) puede implicar sobrecargas estructurales. Si no se tiene en cuenta, la intervención podría fallar con el tiempo.
Solución: incluir en el proyecto de refuerzo los nuevos usos, pesos y cargas futuras. Siempre con el cálculo estructural correspondiente.
7. Dejar de documentar el proceso técnico y la trazabilidad de la obra
En rehabilitaciones estructurales, la documentación es clave para justificar la calidad y durabilidad de la intervención. Además, es esencial para futuras reformas, inspecciones o trámites de venta del inmueble.
Solución: asegurarse de que la empresa entregará un dosier técnico con fotografías, detalles constructivos, certificados de materiales, pruebas de carga (si procede) y garantía.
¿Cómo evitar estos errores? Confía en especialistas
En Noubau llevamos décadas interviniendo en estructuras complejas, patrimoniales y afectadas por patologías como la aluminosis, la pudrición de madera o la corrosión de acero. Nuestro enfoque se basa en:
– Diagnóstico riguroso
– Sistemas de refuerzo certificados
– Intervenciones no invasivas
– Trazabilidad y garantía técnica
Solicita una inspección técnica sin compromiso
Conclusión
Evitar los errores más comunes en la rehabilitación estructural permite ahorrar tiempo, dinero y, sobre todo, asegurar la estabilidad de un edificio antiguo. Si estás planificando una intervención estructural, rodéate de expertos, aplica buenas prácticas y asegúrate de que el proceso esté guiado por criterios técnicos y no solo estéticos.